El feminismo es María Sevilla
Fuente: Libertad Digital
Artículo de Daniel Rodriguez Herrera @esmultivac

Con este indulto y su defensa han demostrado una vez más, como sucediera antes con el caso de Juana Rivas, que ni los niños ni el abuso infantil les importan lo más mínimo. Por eso se les llena la boca con la inventada «violencia vicaria» mientras denuncian que no existe el llamado «síndrome de alienación parental». Porque el primero sólo aplica cuando un hombre manipula a sus hijos para apartarlos de su madre, mientras que el segundo es independiente del sexo del progenitor que los maltrata. María Sevilla le hizo creer a su hijo que su padre era el diablo, pero eso no es violencia vicaria ni es síndrome de alienación parental. Es protegerlo. Es, en suma, feminismo.
«Si no eres feminista eres machista», nos acusan con el dedito. Pero en España, y en buena parte del mundo occidental, los únicos que defendemos la igualdad entre hombres y mujeres somos los antifeministas. De modo que urge que periodistas, políticos, juristas y, en definitiva, todas las personas que tienen presencia pública y poder se definan como tales. Porque quienes no lo hagan son parte del problema, no de la solución. Si tras el caso de María Sevilla seguimos buscando excusas para declararnos feministas es que no hemos entendido nada. El feminismo no es más que la búsqueda de la supremacía de la mujer sobre el hombre a todos los niveles: personal, social, judicial y político. Si fuera al revés lo llamaríamos machismo, y con razón. Toda la basura ideológica, toda la «perspectiva de género», todo el «patriarcado», no son más que velos sobre los que se oculta esa realidad que, una vez más, el feminismo realmente existente ha dejado claro con este indulto.
Si gritar «Yo soy Espartaco» era declararse un hombre libre, ahora no puedo sino gritar: «¡Yo soy Rafael Marcos!». Y si eres una persona decente, sea cual sea tu sexo, tú también.