Asociación Custodia Compartida de Alicante – ¿Mama, Papa? ¡Mejor con los dos!

Asociación Custodia Compartida de Alicante

 

 

 

ACCA es una asociación creada con la finalidad de promover la Custodia Compartida como modelo preferente en los procesos de ruptura de pareja.
Desarrollando el principio de coparentalidad de la Ley 05/2011 , de Relaciones Familiares de los hijos e hijas cuyos progenitores no conviven.

Inscrita en el registro de asociaciones con el Nº: CV-01-048716-A

Twitter


Los hombres son los culpables de todos los males de la sociedad e, incluso, si padecen más un problema, la lectura de las estadísticas siembre busca presentar a las mujeres como víctimas porque «los hombres no sufren»

En algún momento, el feminismo «oficial» decidió olvidarse de la igualdad y buscar, revanchista y frenéticamente, un culpable de todos sus males históricos, dedicarse únicamente a señalar al hombre como ese causante, responsabilizándole de sostener de manera concienzuda todo un sistema universal ideado, concebido y mantenido con el único fin de hacernos a las mujeres la vida imposible, de invisibilizarnos y maltratarnos. Ese gigantesco hombre de paja, ese placebo brutalista llamado heteropatriarcado, es la razón de cualquier cosa terrible (o levemente incómoda) que nos ocurra: desde no conseguir el trabajo que queremos a que nos violen o nos maten. De que nos salga mal un examen, de que no liguemos, de que nos sirvan en un bar algo que no hemos pedido, de que nos interrumpan cuando hablamos, de que no haya sitio para sentarse en el metro, de que se nos rompa una uña, de no encontrar la palabra del crucigrama. Todo nos pasa, todo, por el mero hecho de ser mujeres. Y por culpa de los hombres. Ellos no tienen ningún problema. A ellos no les agreden, no se suicidan, no pierden sus trabajos ni a sus hijos, no sufren, ni tienen dificultades de acceso a la vivienda, ni mueren en las guerras o en accidentes laborales. Los hombres no existen, no sufren.

Hilary Clinton, a propósito de la guerra, decía que «las mujeres siempre han sido las principales víctimas. Las mujeres pierden a sus maridos, a sus padres, a sus hijos en combate. A menudo, se quedan con la responsabilidad, solas, de criar a los hijos». La ONU hacía público el siguiente mensaje: «En 2020, el 6% de todos los periodistas asesinados fueron mujeres. En el Día Internacional para acabar con la impunidad de los crímenes contra los periodistas, dejadnos gritar: Parad de atentar contra las mujeres periodistas». Se habla del aumento de los suicidios entre chicas adolescentes, pero lo cierto es que tienen cuatro veces menos probabilidades que los niños y los hombres de quitarse la vida. En 2021, en España, de un total de 1.918 muertes por suicidio 475 fueron de mujeres. Eso supone menos del 25 por ciento. Publicaba David Rozado unos datos que evidenciaban la desproporción con la que los medios de comunicación españoles utilizan palabras como machismo, sexismo o misoginia, triplicando a las de cualquiera de los medios de otros 35 países analizados. Y todo esto cuando, según la ONU, la OCDE y la OMS, España es uno de los países del mundo con los niveles más bajos de violencia física o sexual hacia las mujeres y con mayor igualdad de género. En un último y pintoresco exceso, un paso más en la pretensión de borrar al hombre, se hacía viral estos días un audio en el que una profesora pedía no celebrar el día del padre y conmemorar, en su lugar, el día de la persona especial.

Feminizar carreras

«Cuando se abordan problemas que claramente tienen mayor incidencia en hombres», explica el psiquiatra Pablo Malo, experto en biología evolucionista, «siempre se observan las cosas desde el ángulo en el que las mujeres –o un subgrupo de ellas– se vean más afectadas. Existe mucha preocupación, por ejemplo, porque hay pocas mujeres en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Se habla mucho de ello y se han puesto en marcha cantidad de programas, iniciativas y becas con el objetivo de aumentar la presencia de las mujeres en estas carreras. Por otro lado, ocurre que hay muy pocos hombres en carreras como enfermería y medicina, psicología, educación y otras (HEAL: Sanidad, Educación, Administración y Lectoescritura) La feminización de las profesiones sanitarias en España y otros lugares no deja de crecer. ¿Ha habido alguna iniciativa para aumentar el número de varones en estas profesiones? Lo mismo podemos decir de otros problemas como el fracaso escolar, que es mayor en niños que en niñas, los accidentes laborales o el suicidio».

«De todo este asunto, a mí lo que me molesta es el agrupamiento, el rebaño», apunta el profesor Pablo de Lora, Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. «Sigo pensando en las buenas razones feministas que hay en la idea de que la biología no es destino, o no debe serlo del todo. La biología, por supuesto, nos condiciona pero quiero pensar que condiciona a cada uno individualmente (aunque en el límite hay cosas que miembros del sexo masculino no podemos hacer por mucho que nos empeñemos, como quedarnos embarazados). Y esas razones feministas son también las del no me ponga el sello por el mero hecho de tener algo que no merezco, ni para lo bueno ni para lo malo. Las feministas de la primera ola, de la vindicación, sostenían que a cada una de las mujeres había que juzgarla por sus circunstancias propias, no por el hecho de pertenecer a un colectivo sobre el que se proyectaban supercherías tales como que su inteligencia para las matemáticas es inferior o su fuerza para hacer determinadas cosas. Todo eso hay que compatibilizarlo con lo que llamaría la verdad del promedio: en promedio los hombres somos más fuertes y por lo tanto vamos a ocupar socialmente posiciones que nos van a someter a mas riesgos, a mas accidentes laborales, etc. Por eso lo que me molesta del borrado de los hombres ahora es lo mismo que debe molestar a las mujeres del borrado de las mujeres, no en cuanto a lo trans, sino a lo que tiene que ver con la victimización excesiva. Hay que dejar la victimización, tanto unos como otros, y ocuparnos de los problemas reales. Y, desde luego, no es un problema real, por ejemplo, la existencia de un día que simbólicamente celebra al padre, igual que no entendería que a alguien le moleste el día de la madre. Es una manera de coordinarnos, como las comidas de los domingos, para señalar que ese día nos acordamos de alguien que ha tenido que contribuir para que existamos. Lo que molesta, además y como siempre, es la asimetría. Y molestan cosas como que, puestos a describir los horrores de la guerra, no se tenga en cuenta a quienes sufren en primer lugar, que son los que pierden sus vidas o ven sus cuerpos atravesados por la metralla».

Recuerda Pablo Malo que la novela «Peter Pan» cuenta que el hada Campanilla es tan diminuta que no puede contener más de un sentimiento a la vez. «Parece que la mente de nuestra sociedad es también tan pequeña que no puede contener el sentimiento de empatía por los problemas de las chicas y mujeres y, a la vez, el sentimiento de empatía por los problemas de los hombres y los chicos. Pero en realidad, no es un asunto de tamaño. Si nuestra sociedad no puede contener un sentimiento de preocupación tanto por los hombres como por las mujeres no es por un problema de almacenamiento sino porque hay una ideología que impide que arraigue el interés y la preocupación por los problemas que afectan a los chicos y a los hombres: el feminismo».

Masculino suma cero

Tercia el filósofo Fernando Savater: «decía Voltaire (hablando de los viejos) que quien no tiene las virtudes de su edad tendrá que conformarse con sus vicios. Lo mismo puede aplicarse a los varones: ahora abundan las y los descerebrados que minimizan o desdeñan las virtudes propias de la masculinidad (las expuso magistralmente Ruyard Kipling en su poema “If”) y por tanto no hacen más que magnificar sus indudables defectos. Pero hoy en Occidente las víctimas no son específicamente varones o hembras, sino más bien los pobres. Con dinero nadie es realmente víctima entre nosotros». «La sociedad, dominada por la ideología feminista, ve estos problemas como un juego de suma cero: todo esfuerzo dedicado a los problemas de los hombres es algo que se roba o se quita a los intereses de las mujeres», continúa Malo. «Evidentemente no es así. Abordar, por ejemplo, el fracaso escolar de los chicos va a hacer que haya menos delincuencia, menos consumo de drogas y así más chicos con estudios superiores que puedan ser las parejas que las mujeres con alto nivel de estudios cada vez tienen más dificultad en encontrar. Toda la sociedad se beneficiaría de ello. Pero tratar estos problemas supone correr el riesgo de algo muy grave: de que te acusen de machismo y eso es pecado mortal. El feminismo sigue aplicando la estrategia de llamar a alguien que quieres controlar machista hasta que le controlas. Y, de momento, funciona a las mil maravillas, especialmente en España», asegura Pablo Malo.

La custodia compartida y el «empate»

«Afortunadamente, la justicia, en materia de igualdad, va muy por delante en relación a otros ámbitos de nuestra sociedad», comenta Alfredo Fernández, abogado especializado en custodia compartida y divorcios, «pero a pesar de los grandes avances, sigue siendo muy constatable la desigualdad existen entre hombres y mujeres, en favor de las segundas». Habla Fernández sobre la Ley de Violencia de Género y su más que acreditada limitación de derechos al eliminar la presunción de inocencia al determinar que la mujer es un bien necesariamente protegible y el hombre en si mismo culpable como consecuencia de su sexo. Y de las absurdas nuevas modificaciones legislativas que implican que un hombre que se sienta mujer pasaría a ser víctima, y una mujer que se sienta hombre pasaría a ser culpable. Solo por un absurdo criterio vinculado a una opinión de ese momento y no en relación a un hecho objetivo. Sobre la custodia compartida explica que «hace escasos 12 años en España obtenían la custodia compartida uno de cada diez padres. En la actualidad, y no ha dejado de crecer, ya asciende al 43,5 por ciento de los divorcios que se realizan al año. Aunque en España no existe una Ley de Custodia (menos aún de custodia compartida), gracias a la jurisprudencia del Tribunal Supremo, lo que hace 12 años era excepcional hoy es la opción más habitual de los jueces en España, siempre que se den las condiciones para realizarse. Podemos afirmar que el “conservador” Tribunal Supremo ha hecho más por la igualdad real de hombres y mujeres que el “progresista” Ministerio de Igualdad, que incluso ha tenido “miembras” que han llegado a afirmar que la custodia compartida era otra forma de violencia de género». Y añade: «ciertamente, cualquier hombre tiene muchas opciones de ser co-custodio siempre que se cumpla una serie de requisitos. Pero no es menos cierto que su mejor resultado en un divorcio sobre custodia es “empatar”. No existe la posibilidad de “ganar”. Para un hombre es prácticamente imposible tener custodia exclusiva salvo que la madre renuncie a ella. El padre, necesariamente, tiene que acreditar que es un buen padre, que siempre ha estado implicado en el cuidado de sus hijos y que, bien la madre acceda de común acuerdo, o bien un equipo psicosocial acredite que efectivamente es así. Si consigue todo eso, entonces, y sólo entonces, será co-custodio. Pero es casi imposible obtener la custodia en exclusiva aún acreditando que está más implicado en el cuidado de sus hijos». Y añade un dato muy preocupante: «No se pueden ofrecer datos, porque no se quiere profundizar en ellos, pero existe un elevado número de suicidios de varones en los procesos de custodia por decisiones judiciales que arrastran a los hombres (generalmente sólo y exclusivamente es a varones) a vivir situaciones de semi-esclavitud por tener que soportar casi en exclusiva las cargas económicas para, encima, ver poco a sus hijos, quienes al final entre estar en la casa familiar generalmente con la madre (que pagan ambos progenitores) o estar en la habitación alquilada o en la casa de un familiar que acoge al padre, los hijos comunes empiezan a desarrollar un desafecto al progenitor paterno que poco a poco le desvinculan de éste».

«Y con todo, cuando se critica este feminismo», interviene Pablo Malo, «todavía se escucha con frecuencia (en lo que es un claro ejemplo de falacia de la mota castral) que el feminismo sólo busca la igualdad de derechos. Pero sus hechos nos demuestran que esto no es verdad. Al feminismo sólo le preocupan las desigualdades que van en una dirección. Yo, personalmente, no veo indicios de que las cosas puedan cambiar a corto plazo. Vivimos en una sociedad que, como en ‘‘Peter Pan’’ de nuevo, se niega a crecer y madurar». «Los mejores movimientos de la humanidad», concluye el dramaturgo y escritor Albert Boadella, «son siempre presa fácil de los fanáticos que pueden desarrollar así sus impulsos represores o totalitarios encubiertos por la alta misión a desarrollar. El feminismo no está exento de esta regla tan repetida en el humano rebaño. Y nos toca sufrirla en la actualidad».

 

 

 

El filicidio de Quintanar del Rey, el asesinato de la pequeña Olivia y otros tantos secuestros y denuncias falsas comparten el mismo móvil.

 

 

Los investigadores del filicidio de Quintanar del Rey se inclinan por señalar el temor de Paola B.C. a perder la custodia en exclusiva de sus hijas como el principal móvil del crimen. Desgraciadamente, no es el único caso. La pérdida de la custodia también fue el detonante del asesinato de la pequeña Olivia en Gijón y de otros tantos secuestros parentales y denuncias falsas que rodean los casos de divorcio más conflictivos. Los de Juana RivasMaría Sevilla o Verónica Saldaña son solo los más sonados de una larga lista de la que Libertad Digital se ha ido haciendo eco en los últimos años.

"El problema no es la custodia compartida, sino lo que subyace debajo de ella, que es esa sensación o creencia tan antigua de que si eres madre tienes todo el derecho sobre tus hijos y eres dueña y señora de ellos, y que el padre no pinta nada", lamenta el presidente de la Asociación Custodia Compartida de Segovia, a la que pertenecía el padre de Olivia. Néstor Fernández insiste así en que la clave radica en que históricamente "lo natural" haya sido dar la custodia a la madre.

Hasta hace unos años, los jueces solían asumir esta premisa de forma sistemática. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la tendencia ha comenzado a revertirse, hasta el punto de que, según el Instituto Nacional de Estadística, el año pasado los tribunales dictaron custodia compartida en el 43% de los divorcios. "Nos cuesta soltar algo para lo que nosotras hemos sido configuradas, como es la crianza de los hijos", denuncia también Antonia Carrasco, presidenta de Genmad, la Asociación de Víctimas de la Ley de Violencia de Género. Y eso es lo que, a su juicio, hace que muchas mujeres acaben cometiendo semejantes "barbaridades".

El filicidio de Cuenca

En el caso de Quintanar del Rey, los agentes que se han hecho cargo de la investigación trabajan con la hipótesis de que el principal móvil del crimen podría haber sido precisamente esa batalla latente por la custodia de Iris y Lara, de 9 y 11 años. Aunque la familia paterna insiste en que ambos no habían discutido recientemente por ese asunto, tal y como adelantó LDPaola pretendía trasladarse a vivir con las niñas a Algeciras, su tierra natal, algo a lo que su exmarido se oponía radicalmente. A fin de evitarlo, el padre se habría manifestado dispuesto a reclamar la custodia compartida.

Hasta entonces, la custodia la ostentaba la madre, con un amplio régimen de visitas no solo del padre, sino del resto de la familia y muy particularmente de sus abuelos paternos, quienes se encargaban de la pequeña cada vez que la madre tenía un turno que le impedía llevarlas al colegio o a sus actividades extraescolares. Su intención de abandonar la localidad donde las pequeñas habían crecido habría sido lo que habría dinamitado una relación que, hasta entonces, había sido cordial, a pesar de que la expareja no se hablaba más allá de lo estrictamente necesario.

Santiago, que siempre había evitado importunar a Paola, parecía dispuesto a dar la batalla judicial y eso es precisamente lo que habría desatado la ira de su exmujer, que no soportaba la posibilidad de perder la custodia en exclusiva de las pequeñas que, además, tampoco querían trasladarse a Algeciras. Ni siquiera en Navidad, algo que también habría tenido su peso en lo sucedido. El pasado jueves, su cuerpo fue hallado junto al de sus hijas, a las que habría matado a tiros con el arma reglamentaria del que disponía como guardia civil.

El caso de Olivia

Su caso recuerda al del último filicidio que hace apenas mes y medio conmocionó a toda España: el de la pequeña Olivia. Su padre acababa de obtener la custodia, después de cinco años de lucha en los tribunales. El conflicto se había desatado a raíz de que su exmujer decidiera llevarse a la pequeña a Asturias sin su consentimiento, alegando motivos laborales. Eugenio, que no quería que la pequeña se alejase de Segovia, donde vivía y donde tenía su colegio, sus amigos y su familia, optó entonces por reclamar la custodia, algo que el juez le acabó concediendo al entender que era allí donde Olivia tenía su arraigo.

Dos días antes de que la niña fuera hallada muerta en Gijón, Eugenio había recibido la notificación de los juzgados. Era el puente de Todos los Santos y, aunque inicialmente le correspondía a él pasarlo con Olivia, se la dejó a su exmujer para que el cambio de custodia fuera inmediato. Tras recogerla, la presunta asesina se la llevó a su casa de Gijón, donde apenas 24 horas después la encontrarían muerta, tras haber ingerido una gran cantidad de barbitúricos presuntamente suministrados por su madre, hoy en prisión.

"O es para mí o no es para nadie"

La voz de alarma la dio precisamente su familia. Según El Comercio, su hermano habría recibido un mensaje que le hizo temer lo peor: "Antes de dejarla con él, la mato". Desgraciadamente, así fue. Y lo más inquietante es que su caso es prácticamente idéntico al que en 2019 conmocionó a Huércal de Almería: Sergio, un niño de tan solo 7 años, había sido asesinado por su madre apenas unos días después de que el juez decidiese entregar la custodia al padre.

Según consta en la sentencia que la condenó a prisión permanente revisable, Ana María Baños asfixió a su hijo cuando estaba tumbado en la cama. Al igual que en el caso de pequeña Olivia, el fatal desenlace se produjo después de años de batalla judicial y denuncias falsas contra su exmarido con el único objetivo de apartarle de él. "O es para mí o no es para nadie", dicen que aseguró la asesina tras conocer que perdería la custodia del pequeño.

Madres secuestradoras

Aunque los filicidios constituyen la expresión más cruel del sentimiento de posesión respecto a los hijos o de la venganza contra los padres, no son la única. En los últimos años, el número de mujeres que secuestran a sus hijos y/o denuncian en falso a sus exmaridos para evitar que puedan acceder a su custodia ha ido en aumento. El caso de Juana Rivas fue uno de los primeros en salir a la luz pública. Después, le seguiría el de María Sevilla, la expresidenta de Infancia Libre, una asociación que llegó a ser investigada como organización criminal tras encontrar medio centenar de casos de mujeres que habían presentado denuncias falsas contra sus exparejas tras entrar en contacto con alguno de sus miembros.

Tras perder la custodia de su hijo, Sevilla se echó literalmente al monte con el menor y le mantuvo secuestrado dos años en una finca de Villar de Cañas (Cuenca), aislado de la civilización y en condiciones insalubres. Sin embargo, tanto Juana Rivas como María Sevilla fueron indultadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, gracias al apoyo de Irene Montero y, desde entonces, los casos no han dejado de crecer.

Al de Verónica Saldaña, la madre que se fugó a Suiza con sus hijos, se han sumado otros tantos casos menos mediáticos, de los que LD ha ido dando cuenta en los últimos meses. Entre ellos, el de la pequeña Alena, cuya madre habría seguido los pasos de Saldaña; el de Camila Quezada, la niña de 6 años a la que su madre rusa secuestró en Barcelona; el caso del pequeño Bastian, rescatado por su padre en Portugal o el de Alejandro Avellaneda, el niño -hoy ya adolescente- que lleva siete años separado de su padre, a pesar de que su exmujer ya ha entrado en prisión tras ser condenada en firme por sustracción de menores.

Dos prototipos de mujeres

En estos casos, la presidenta de Genmad distingue entre dos prototipos de mujeres. El primero, el de aquellas que califica como "inmaduras" y que, al sentirse heridas por alguna cuestión -una infidelidad o una petición de divorcio inesperada, por ejemplo-, reaccionan denunciando a sus exparejas con cualquier cosa que pueda hacerles daño. El segundo, el de aquellas otras madres que presentan algún tipo de "disfuncionalidad", ya sea de origen "maligno o patológico".

Las primeras, según Antonia Carrasco, son las mayoritarias y, en muchos casos, vienen respaldadas por abogadas que les hacen creer que realmente han sido víctimas de un maltrato psicológico. Las segundas son muchas menos, pero son las que protagonizan los casos que peor acaban y que, por tanto, acaban copando las noticias de la mayor parte de los medios de comunicación.

 

Alicante, 04 de junio de 2022

Querido Rafa,

Desde la Asociación Custodia Compartida de Alicante queremos manifestar que estamos contigo, que eres uno de los nuestros y, cuando uno de nosotros sufre siempre vamos a apoyarle formando piña.

Son fuertes los enemigos de las relaciones familiares, y tienen toda la fuerza que les dan los cuantiosos fondos que reciben de nuestros impuestos, pero nosotros luchamos por nuestros hijos.

Somos nosotros los verdaderos padres protectores, que nos dejamos la espalda, y a veces hasta la vida, por tenerlos a nuestro lado y darles una vida mejor.

Sabemos lo bien que está tu hijo junto a ti. Lo hemos visto en la entrega de premios luchadores 2022, y nos gustaría que Irene Montero y sus secuaces pudieran verlo. Esas diablas feministas podrán indultar a las secuestradoras y evitar que entren en la cárcel, pero el indulto no va a conseguir que sus hijos las quieran.

Pueden engañar a la opinión pública con la publicidad comprada con un chorro de millones, incluso pueden engañar a algunos jueces, pero no van a engañar a tu hijo y, al final, va a ser tu hijo quien va a querer crecer a tu lado porque sabe que eres un buen padre, como lo sabemos nosotros, y eso es lo que importa.

Desde Alicante, como desde las cuatro esquinas de España, te mandamos un fuerte abrazo.

                                                                                                                                                                 José Ramón Pomares

                                                                                                                                                              Presidente ACCA

El feminismo es María Sevilla

Quienes por mera decencia humana estamos en contra somos antifeministas. Por supuesto que lo somos. Y a mucha honra.

 Artículo de DANIEL RODRIGUEZ HERRERA 

Fuente: https://www.libertaddigital.com/opinion/daniel-rodriguez-herrera/el-feminismo-es-maria-sevilla-6901007/

El feminismo es María Sevilla - Daniel Rodríguez Herrera
La expresidenta de Infancia Libre, María Sevilla. | Europa Press

El indulto a María Sevilla es patrimonio del movimiento feminista de nuestro país. No lo digo yo. Lo ha dejado escrito la ministra de Igualdad, Irene Montero, en las redes sociales. Grabado en piedra, para que tanto nosotros como quienes vengan después sepan exactamente qué es el feminismo, fuera de la retórica mentirosa de que no es más que la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. No, el feminismo es acusar falsamente a tu ex de abusar de tu hijo hasta en seis ocasiones, a cuál más delirante, cuándo éste pide la custodia compartida. El feminismo es secuestrar a tus hijos y robarles a su padre. El feminismo es encerrarlos en un caserío perdido en medio del campo sin atención médica, vacunación ni escolarización, hasta el extremo de que uno de ellos sea incapaz de comunicarse más que con gruñidos.

El feminismo siempre se acoge a sagrado, a ese principio que supuestamente defiende de la igualdad, cuando se le enfrenta con todas las barbaridades que defienden las feministas reales, las que tienen micrófonos para hablar y el poder de legislar, ejecutar leyes, indultar y juzgar. Porque no sólo a la ministra de Igualdad se le llenaba la boca calificando a la secuestradora y maltratadora presidenta de Infancia Libre de "madre protectora". Inmediatamente sus esbirros en los medios, de Ana Pardo de Vera a Marta Nebot, se han buscado mentiras con las que defender a María Sevilla y a sus indultadores frente a su ex, Rafael Marcos, y su hijo. Porque eso es el feminismo, y quienes por mera decencia humana estamos en contra somos antifeministas. Por supuesto que lo somos. Y a mucha honra.

Con este indulto y su defensa han demostrado una vez más, como sucediera antes con el caso de Juana Rivas, que ni los niños ni el abuso infantil les importan lo más mínimo. Por eso se les llena la boca con la inventada "violencia vicaria" mientras denuncian que no existe el llamado "síndrome de alienación parental". Porque el primero sólo aplica cuando un hombre manipula a sus hijos para apartarlos de su madre, mientras que el segundo es independiente del sexo del progenitor que los maltrata. María Sevilla le hizo creer a su hijo que su padre era el diablo, pero eso no es violencia vicaria ni es síndrome de alienación parental. Es protegerlo. Es, en suma, feminismo.

"Si no eres feminista eres machista", nos acusan con el dedito. Pero en España, y en buena parte del mundo occidental, los únicos que defendemos la igualdad entre hombres y mujeres somos los antifeministas. De modo que urge que periodistas, políticos, juristas y, en definitiva, todas las personas que tienen presencia pública y poder se definan como tales. Porque quienes no lo hagan son parte del problema, no de la solución. Si tras el caso de María Sevilla seguimos buscando excusas para declararnos feministas es que no hemos entendido nada. El feminismo no es más que la búsqueda de la supremacía de la mujer sobre el hombre a todos los niveles: personal, social, judicial y político. Si fuera al revés lo llamaríamos machismo, y con razón. Toda la basura ideológica, toda la "perspectiva de género", todo el "patriarcado", no son más que velos sobre los que se oculta esa realidad que, una vez más, el feminismo realmente existente ha dejado claro con este indulto.

Si gritar "Yo soy Espartaco" era declararse un hombre libre, ahora no puedo sino gritar: "¡Yo soy Rafael Marcos!". Y si eres una persona decente, sea cual sea tu sexo, tú también.

Varias asociaciones denuncian ahora en Estrasburgo el ataque de Montero al ex marido de Rocío Carrasco

Más de 20 asociaciones -encabezadas por ACCA y GenMad- han denunciado ya a Irene Montero ante la Comisión Europea por “linchar” al ex marido de Rocío Carrasco y acusarle de maltrato sin pruebas. Más tarde, esas mismas asociaciones, “ante la avalancha de peticiones de denuncia adicionales”, decidieron elaborar un formulario para que otros colectivos pudieran sumarse a las denuncias ante las instancias europeas.  Fuente: OKdiario

ACCA interpone ahora una denuncia ante el Defensor del Pueblo base en los siguientes Hechos

Noticias

Contactar

launcher_contacto

Blog y Noticias

Normativa y Legislación

Últimas Sentencias Tribunal Supremo

Puedes verlas todas en Legislación -> Sentencias del Tribunal Supremo

Últimas Sentencias TSJ Com. Valenciana

Puedes consultarlas todas en Legislación -> Sentencias TSJ Com. Valenciana

Redes

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies